Senegal: Literatura.
La literatura senegalesa es la más importante del África francófona, donde la impronta colonial dejó una nutrida representación de escritores en lengua francesa, entre los que sobresale la figura de Léopold Sédar Senghor, quien ha sido reconocido como el más grande de los poetas africanos y fue el primer presidente que tuvo Senegal tras la independencia. Senegal cuenta, además, con un incipiente movimiento literario en lengua wolof, que es la mayoritaria de las seis lenguas autóctonas del país, y también se habla en Gambia, Mali y Mauritania.
Las fuentes de la literatura contemporánea senegalesa en francés y wolof se encuentran en los griots, personajes populares que mediante la tradición oral mantuvieron durante siglos la memoria colectiva y fueron capaces de transmitir el acervo cultural de sus ancestros, en el que la narrativa ocupa un papel destacado.
La literatura en wolof lengua no es abundante. Una de las primeras novelas senegalesas en wólof, la escribió Mame Younousse Dieng. Se trata de Aawo bi (La primera esposa), 1992.
Siendo el francés la lengua oficial, el Wolof, lengua vernácula de comunicación se considera lengua nacional. Esta lengua se ha conservado por su transmisión oral. Antiguamente existió como una escritura de caracteres árabes. Se adaptó su alfabeto más reciente en 1960.
La sociedad tradicional wolof estaba establecida en divisiones por un sistema jerarquizado, estructurado en Castas: Reyes, Propietarios de la Tierra (libres), Serignes (Jeques, suelen tener estudios universitarios), y Marabouts (guías espirituales, con poder relevante en la política y la religión, se establecen en las escuelas coránicas llamadas daaras, impartiendo enseñanzas a los taalibe, alumnos jóvenes), Artesanos,… dUna Casta importante es la de los Griots o músicos (tocan el arpa laúd Kora), son los juglares, trovadores a los que se permite la crítica social de los hechos que acontecen su vida social, envueltos en el lirismo y poesía.
En general, podemos decir que es conocida desde hace tiempo en el mundo principalmente a través de la personalidad excepcional de Leopold Sedar Senghor, poeta y estadista, un gran defensor de la Francofonía y cantor de la negritud.
Otros autores ya clásicos incluyen a novelistas como Cheikh Hamidou Kane, Birago Diop, Boubacar Boris Diop, el poeta Alioune Badara Coulibaly, Ousman Sembene llevará a la pantalla algunas de sus propias novelas. En ensayos, además de la obra de Cheikh Anta Diop, destacar los trabajos y publicaciones de la antropóloga Tidiane N’Diaye.
Por su parte, las mujeres son particularmente activas. En 1980, Mariama Ba describe con gran sensibilidad la sociedad polígama en Una larga carta. Aminata Sow Fall, en La huelga de los Battu (1986), demostró que no carecía de recursos. Fatou Diome encontró el éxito con El vientre del Atlántico (2004); una novela que representa, a menudo con humor, los sueños de fuga de jóvenes senegaleses.
Analizando en profundidad, hay que decir, con pesar profundo, que la literatura tiene poco lugar en los programas de alfabetización. La razón es una concepción estrechamente productivista de la alfabetización funcional, hasta el punto de que los únicos documentos elegibles, fuera de los manuales de adquisiciones básicas para la lectura y la escritura, están relacionados con temas funcionales (medio ambiente, la gestión, la horticultura, etc.). Contrariamente a la creencia popular, algunos de los idiomas nacionales tienen una literatura escrita bien establecida. Este es particularmente el caso de wolof y fulani.