CerrarUtilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios, personalizar y analizar su navegación y opcionalmente, ofrecer publicidad. Si continúa navegando está aceptando su instalación y su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información en la política de cookies.

Senegal: Industria.

Representan un 20,5% del PIB de Senegal.

El sector alimentario y de bebidas, es seguramente el más importante en esta segmentación. Se producen harina y derivados de la harina, aceite de cacahuete, azúcar, lácteos, cerveza, refrescos, embotellados de agua mineral y conservas vegetales y de pescado. Existen varias empresas de fabricación de galletas, harina de trigo y mijo.  En Senegal existen unidades industriales, en subsectores como el lácteo (hay pequeñas unidades en pasteurización, ninguna, pero, de tratamiento UHT). Cabe destacar también el momento de dinamismo del sector de las bebidas.

El sector textil es un sector muy integrado, con empresas presentes en todas las etapas del proceso, desde la recogida de algodón, hasta la confección. Como en el caso de la industria agroalimentaria, la textil se basa en el procesamiento de la producción agrícola, sobre todo de algodón.

Otro sector importante es el de la construcción y materiales de construcción, que atravesó un momento de auge en 2007 (con un crecimiento del 11.7%) gracias a las obras públicas previas a la celebración de la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica en Dakar, en marzo de 2008, que sirvieron de empuje al sector.

En 2010 hubo también una reactivación en el sector de los materiales de construcción impulsada por las obras de la autopista de peaje Dakar-Diamniadio y del nuevo Aeropuerto Internacional Blaise Diagne.

El sector químico senegalés tiene un peso relevante en la economía y está, asimismo, considerablemente diversificado. Existe una refinería de petróleo con capacidad de 1.4 millones de toneladas por año y unidades industriales de ácido sulfúrico y fosfórico, abonos, pilas, plásticos, pinturas, fármacos, productos fitosanitarios y perfumería. Hoy por hoy, la producción de la refinería se destina básicamente al mercado local y las reexportaciones van destinadas fundamentalmente a Mali.

El sector de la energía atraviesa una situación de inestabilidad. Siendo la energía fundamental para el desarrollo en todos los sentidos (reducción de la pobreza, generación de empleos, desarrollo económico), el país sigue conociendo carencias y frecuentes cortes de suministro.

En el sector minero, la explotación de los yacimientos de fosfatos constituye la actividad dominante, aunque en el país destacan también los yacimientos de oro, hierro, mármol, turba y titanio, que están poco explotados. No obstante, la minería representa tan sólo un 0.9% del PIB de Senegal. En los últimos años el sector de los fosfatos ha vivido un proceso de reestructuración, al integrarse las actividades de producción de ácido fosfórico y fertilizantes con las de extracción de fosfatos bajo el paraguas de ICS. Esta operación de integración vertical y de ampliación de capacidad ha contado con financiación francesa, alemana y norteamericana. El sector minero es considerado como prioritario por el Gobierno senegalés, que busca promover las industrias extractivas y de transformación de los recursos minerales existentes, así como la búsqueda de nuevos recursos. Sin embargo, para ello es preciso el capital extranjero y mejorar la red de infraestructuras de transporte (carretera y/o ferrocarril) en las regiones con yacimientos sin explotar.

La exploración petrolífera constituye otra de las prioridades del gobierno de Senegal, para lo que cuenta con el apoyo del Banco Mundial. La sociedad pública PETROSEN realiza de forma continuada nuevas prospecciones. A pesar de los esfuerzos llevados a cabo en las últimas décadas, el subsuelo senegalés está poco explorado, concentrándose buena parte de las actividades de este género en los alrededores de Dakar (Sebikotane y Thiès), sin demasiado éxito, y offshore en Casamace (donde se ha encontrado crudo pesado e indicios de petróleo ligero). La estrategia gubernamental pasa por la explotación de estos recursos para lograr una mayor autonomía energética, aumentar las exportaciones y disminuir los costes energéticos a medio y largo plazo.

Más de la mitad del consumo energético senegalés procede de fuentes tradicionales como madera y carbón vegetal, con el consiguiente coste en términos de deforestación. La producción de combustibles fósiles ha venido siendo muy modesta, limitándose de hecho al yacimiento de gas natural de Tullow Oil, en las cercanías de Dakar. Senegal es un país pobre en recursos energéticos, por lo que la dependencia energética de las importaciones es enorme.

La estrategia gubernamental pretende liberalizar el sector, replanteando el papel del Estado, disminuyendo la dependencia del petróleo y promoviendo las energías renovables. Para ello, se ha lanzado un Plan de Electrificación Rural a cargo de la Agencia Senegalesa de Electrificación Rural (ASER). La situación de la electrificación rural se caracteriza por una tasa sumamente baja de electrificación rural (20%, frente al 42% a nivel nacional), siendo el objetivo de la ASER electrificar el 50% de las comunidades rurales senegalesas.

El sector servicios es el que contribuye de forma mayoritaria al PIB, suponiendo un 65,7% del mismo.

Por su parte, las telecomunicaciones han registrado un débil incremento (+3.3%) confirmándose la tendencia de ralentización del sector, tras varios años de dinamismo. Ello se explica por una menor demanda interna, así como por una saturación de la telefonía móvil (principal motor del subsector), que alcanzó la cifra de 6.4 millones de abonados en 2009, lo que representa la mitad de la población del país.

En cuanto a los servicios inmobiliarios, los dos principales promotores son la SICAP y la SNHLM, que configuran la promoción de vivienda planificada. Junto a ambas sociedades actúan otras sociedades privadas y particulares que cuentan con el apoyo financiero de distintas instituciones bancarias. Senegal se encuentra hoy entre los países africanos con una tasa de población urbana más elevada (en torno al 44%).

La actividad turística, ha sido en estos últimos años, una importante fuente de divisas de Senegal, que llegó a posicionarse como el primer destino turístico de África Occidental.